sábado, 17 de octubre de 2009

Un poema de amor (Nicolás Guillén)

No sé. Lo ignoro.
Desconozco todo el tiempo que anduve
sin encontrarla nuevamente.
¿Tal vez un siglo? Acaso.
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma
un tiempo enorme, enorme, enorme.
Al fin como una rosa súbita,
repentina campánula temblando,
la noticia.
Saber de pronto
que iba a verla otra vez, que la tendría
cerca, tangible, real, como en los sueños.
¡Qué trueno sordo
rodándome en las venas,
estallando allá arriba
bajo mi sangre, en una
nocturna tempestad!
¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera
que nadie comprendiera
que ésa es nuestra propia manera?
Un roce apenas, un contacto eléctrico,
un apretón conspirativo, una mirada,
un palpitar del corazón
gritando, aullando con silenciosa voz.
Después
( Ya lo sabéis desde los quince años )
ese aletear de las palabras presas,
palabras de ojos bajos,
penitenciales,
entre testigos enemigos,
todavía
un amor de "lo amo"
de "usted", de "bien quisiera,
pero es imposible..." De "no podemos,
no, piénselo usted mejor...."
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica,
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aún seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de mordedura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte...
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.

Nicolás Cristóbal Guillén Batista (*Camagüey, Cuba, 10 de julio de 1902 - † La Habana, Cuba, 16 de julio de 1989) fue un poeta cubano. Su producción poética gira alrededor de dos grandes temas: la exaltación del negro y la situación social. Junto a composiciones que imitan el ritmo de las danzas negras están las de intención social, en las que se mezcla una especie de mesianismo racial. Su militancia comunista, que data de 1937, le valió prisiones y persecuciones. En 1954 fue galardonado con el Premio Lenin de la Paz. Al advenimiento del régimen revolucionario de 1959, fue uno de sus más destacados defensores. Tras la Revolución compuso poemarios como Tengo (1964) o El diario que a diario (1972). En 1961 fue elegido presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

http://www.fguillen.cult.cu/
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/Guillen/index.shtml
http://cvc.cervantes.es/actcult/guillen/default.htm
http://www.pprincipe.cult.cu/guillen/

No hay comentarios:

Publicar un comentario