Un abuelo indio hablaba con su nieto
acerca de como se sentía ante la tragedia
que había caído sobre su pueblo, atacado,
diseminado y en retirada ante el avance de
sus enemigos.
Le decía:
Siento que tengo dos lobos
luchando en mi corazón.
Uno es vengativo, furioso,
violento, sólo preocupado
por sí mismo y por satisfacer su enojo.
El otro es capaz de sentir amor y compasión,
solidario con la manada, quiere mirar hacia
adelante y empezar a reconstruir.
El nieto le preguntó:
¿Cuál crees que va a ganar en tu corazón?
Y el abuelo respondió:
El que yo alimente.
Qué imagen Jules: el dolor, la rabia y la impotencia descritos de manera inmejorable: como lobos dentro del corazón.
ResponderEliminarAbrazos nocturno
Que bello blog :) gracias por la invitación!
ResponderEliminarVos sabés que un hombre wichi le decía a una amiga mía, antropóloga, que la diferencia entre ellos y otro grupo étnico de la región, es que ellos no tienen una visión trágica acerca de su vida. Más allá de sus carencias, su dolor histórico, sus penurias, ellos perciben la vida con alegría... Creo que alimenta el lobo segundo.
Una a veces se siente así, con dos fuerzas que se tensan en el corazón de una...
ResponderEliminarJuliana: muy interesante lo que contás. Las distintas cosmovisiones y sus sentires sobre la vida.
Saluditos!