lunes, 8 de diciembre de 2014

El Sunderland por Roberto Fontanarrosa

"A principios de 1931, el puerto de Rosario no es el mismo puerto que hoy conocemos. Es una ensenada barrosa y amplia de donde se levanta un bosque de mástiles y velámenes. Pueden, verse allí, paraos y sampanes llegados de la Malasia, bajeles uruguayos, balandras y mercantes fenicios, galeones, goletas, buques acorazados soviéticos, bergantines portugueses, sombrías falúas esclavistas. En derredor de ellos, asombra, la febril actividad de cientos de barcazas y chalupas, jangadas, canoas que hacen el servicio a Victoria, botes tejidos con juncos de Totóras (traidos a lomo de mula desde el lago Titicaca) y que preanuncian el puerto libre de Bolivia. Cada tanto, entre los oscilantes palos de los embarcaderos, se levanta imponente, el calado majestuoso de alguna fragata, o la augusta sobriedad de los balleneros, como “El Pequod”, que viene de tanto en tanto a Rosario para aprovisionarse de pacú salado, bocado predilecto del capitán Acab. Los espigones de madera trepidan ante el paso de miles de marinos y son una mezcla excitante de aromas exóticos. Huelen a dátiles de Mauritania, mangos, bayas y agua de coco del caribe; especias de colores intensos desalabar. Se venden monos, papagayos, zorrinos, manatíes, algún pingüino. A fines del 31, un marino de la Goleta Corsaria Británica “Sunderland”, es abandonado en tierra por fumar en la santabárbara del barco. Forzado a trabajar, instala, frente mismo de la rada, un puesto de venta de pescado, embutidos, tasajo, copra, scones, torta galesa, ron, ajenjo, leche malteada y té Lipton..."


martes, 25 de noviembre de 2014

jueves, 20 de noviembre de 2014

Palo y hueso (1965)

"...Y hay huesos enterrados en otro tiempo, y si uno escucha, oye las voces a medida que el suelo cambia. Un buen día los huesos están afuera, sobre la arena. Tienen exactamente el color de la luna. Hay que estar solo, haber mirado largamentte las estrellas y oír el primer quejido sin proponérselo, porque las voces se dan a quien ellas quieres, y no a quién las busca, y no dicen palabras sino momento y noches; se oye como un batir de llamas, y un crepitar de leña, y pasos sobre la tierra." 



lunes, 3 de noviembre de 2014

jueves, 16 de octubre de 2014

Lo imborrable en la playita

"Desearía poder verla otra vez, como al principio, desde fuera, desembarazarme durante algunos segundos del eclipse pantanoso en el que chapoteamos desde hace años, de la circulación intersubjetiva de reproches, sospechas y previsibilidad que desalienta, desde su fuente misma, al deseo.Verla como es sin duda para el desconocido que la cruza en la calle, que trata de encontrar sin resultado su mirada, y que se da vuelta para contemplarla mientras se aleja, inaccesible después de haber sido, durante los segundos que duró su aparición, intensa y súbita, promesa, enigma y llamado.'' pág. 49-50 


jueves, 2 de octubre de 2014

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Postal


martes, 26 de agosto de 2014

22 Festival de Poesía Rosario: 25/28 Septiembre

Homenaje a Juan José Saer

El Festival internacional de Poesía de Rosario rinde homenaje a uno de los máximos escritores santafesinos...

viernes, 22 de agosto de 2014

En Rincón...

Palo y hueso (1964)

Nadia nada nunca (1980) 

La Grande (2005)

martes, 19 de agosto de 2014


miércoles, 13 de agosto de 2014

Todas las cartas de amor son ridículas



Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.
En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.
Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás
cartas de amor
son las que son
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos
(todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)
 
Fernando Pessoa - Heterónimo A. Campos
 


domingo, 10 de agosto de 2014

Fundación mítica de Buenos Aires - Jorge Luis Borges

...Prendieron unos ranchos trémulos en la costa,
durmieron extrañados. Dicen que en el Riachuelo,
pero son embelecos fraguados en la Boca.
Fue una manzana entera y en mi barrio: en Palermo.

Una manzana entera pero en mitá del campo
expuesta a las auroras y lluvias y suestadas.
La manzana pareja que persiste en mi barrio:
Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.

Un almacén rosado como revés de naipe
brilló y en la trastienda conversaron un truco;
el almacén rosado floreció en un compadre,
ya patrón de la esquina, ya resentido y duro...





lunes, 4 de agosto de 2014

Un arte

No es difícil dominar el arte de perder;
hay tantas cosas que parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de las llaves extraviadas, de la hora desperdiciada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Practica después perder más, y más rápido:
lugares, y nombres, y las tierras a las que pretendías
viajar. Ninguna de estas pérdidas será devastadora.

He perdido el reloj de mi madre. ¡Y mira!, la última
o la penúltima de las tres casas que he amado se perdió.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, hermosas ciudades. Más aún,
vastos reinos que poseía, y dos ríos, y un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz risueña, un gesto que
amo) no habría mentido. Es evidente
que no es difícil dominar el arte de perder
aunque eso parezca (¡escríbelo!) un desastre.

Elizabeth Bishop, Worcester, Massachussets, 1911 – Boston, 1979.



martes, 10 de junio de 2014

lunes, 2 de junio de 2014

viernes, 23 de mayo de 2014

sábado, 5 de abril de 2014

Escrito en el viento


"recorrías el mundo con la energía
y la desesperación del viento
de la Primavera..."

Helena Paz Garro (1940-2014)

 

jueves, 9 de enero de 2014

jueves, 2 de enero de 2014

miércoles, 1 de enero de 2014