Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó cuando finalmente se dio por instalado con sufrible comodidad en la silla de la mujer de la limpieza, Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey, disimulando la risa, como si tuviese enfrente a un loco de atar, de los que tienen manías de navegaciones, a quien no sería bueno contrariar así de entrada, La isla desconocida, repitió el hombre, Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas, Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida, A quién has oído hablar de ella, preguntó el rey, ahora más serio, A nadie, En ese caso, por qué te empeñas en decir que ella existe, Simplemente porque es imposible que no exista una isla desconocida...
Ma vie ma vie ma très ancienne
Mon remier voeu mal refermé
Mon premer amour infirmé,
Il a fallu que tu reviennes.
II a fallu que je connaisse
Ce que la vie a de meilleur,
Quand deux corps jouent de leur bonheur
Et sans fin s'unissent et renaissent.
Entrée en dépendance entière.
Je sais le tremblement de l'être
L'hésitation à disparaître,
Le soleil qui frappe en lisière
Et I'amour où tout est facile,
Où tout est donné dans l'instant;
II existe au milleu du temps
La possibilité d'une île.
Où tout est donné dans l'instant;
II existe au milleu du temps
La possibilité d'une île.
"Mi vida, vida mía, mi antiquísima vida,
ResponderEliminarMi primer deseo mal curado,
Mi primer amor disminuido,
Has tenido que volver.
He tenido que conocer
Lo mejor que hay en la vida,
Dos cuerpos que disfrutan de su felicidad
Uniéndose y renaciendo sin fin.
En completa dependencia
Comparto el temblor del ser,
La vacilación de desaparecer,
El sol que azota el lindero.
Y el amor, en el que todo es fácil,
Donde todo se da al instante:
Existe en mitad del tiempo
La posibilidad de una isla"
[Michel Houellebecq. La posibilidad de una isla]
Jules
Y este es sólo el poema incluido en la novela del mismo nombre, escrita por el muy popular (y mediático) Michel Houellebecq. Quien hace unos cuatro o cinco años, dio un campanazo con un libro titulado "Las partículas elementales", mismo que en Francia (ya ve como son esos franceses que todo lo analizan) causó mucha polémica, debido a las críticas que hacía a los mitos y utopías del mayo francés,
La canción con Madame Sarkozy, la tengo en la cajita de música de mi blog.
Abrazos desde mi isla
Gracias por el poema traducido!!! Es bienvenido.
ResponderEliminarSí sabía que era un libro de Houellebecq, ¿ha Ud. leído algo de él?
La Bruni (aún me niego a llamarle Mme S.) me encanta su voz...entre suave y rasposa.
Otros abrazos tb desde esta islita en medio del río..
Michel Houellebecq es un escritor que no admite matices: se ama o se odia. Muy polémico en todo. Sólo he leído algo de su poesía y "Las partículas elementales" (muy bueno, aunque su lectura puede resultar irritante cuando una ha sido idealista e ingenua; pero la historia me parece un fiel reflejo de los tiempos que vivimos, y no sólo en Francia). En noviembre pasado estuvo acá en México, en La Casa del lago de la UNAM, vino exclusivamente a hacer lectura de sus poemas y como invitado especial a la Feria del Libro en Oaxaca. Sus poemas fueron musicalizados por un chico mexicano.
ResponderEliminarLe dejo unos linkitos
http://www.casadellago.unam.mx/site/index.php?option=com_content&task=view&id=382&Itemid=114
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/26/index.php?section=cultura&article=a03n1cul
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/28/index.php?section=cultura&article=a04n2cul
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/15/sem-alonso.html
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/29/sem-jorge.html