...Eché a correr a trompicones, ahogada de horror; una curiosidad malsana me hizo mirar por encima del hombro al llegar a la puerta de la casa, y vi que la mujer, en la balaustrada, alzaba una mano a modo de saludo. Y al agitarla, se le desprendieron los dedos y cayeron al suelo como estrellas fugaces.
"Conejos blancos" de Leonora Carrington
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Jules
ResponderEliminarExtraordinario lienzo de Doña Leonora, que bien semeja una especie de Teatro Guiñol.
Abrazos
Me recuerda a los terribles cuadros de El Bosco.
ResponderEliminarUn saludo.
Acabo de conocer a Leonora...gracias a una compilación de cuentos hecha por Cortázar!!!
ResponderEliminarSí, a mí también me recordó a los cuadros de El Bosco.
Abrazos!