martes, 26 de agosto de 2014

22 Festival de Poesía Rosario: 25/28 Septiembre

Homenaje a Juan José Saer

El Festival internacional de Poesía de Rosario rinde homenaje a uno de los máximos escritores santafesinos...

viernes, 22 de agosto de 2014

En Rincón...

Palo y hueso (1964)

Nadia nada nunca (1980) 

La Grande (2005)

martes, 19 de agosto de 2014


miércoles, 13 de agosto de 2014

Todas las cartas de amor son ridículas



Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.
En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.
Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás
cartas de amor
son las que son
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos
(todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)
 
Fernando Pessoa - Heterónimo A. Campos
 


domingo, 10 de agosto de 2014

Fundación mítica de Buenos Aires - Jorge Luis Borges

...Prendieron unos ranchos trémulos en la costa,
durmieron extrañados. Dicen que en el Riachuelo,
pero son embelecos fraguados en la Boca.
Fue una manzana entera y en mi barrio: en Palermo.

Una manzana entera pero en mitá del campo
expuesta a las auroras y lluvias y suestadas.
La manzana pareja que persiste en mi barrio:
Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.

Un almacén rosado como revés de naipe
brilló y en la trastienda conversaron un truco;
el almacén rosado floreció en un compadre,
ya patrón de la esquina, ya resentido y duro...





lunes, 4 de agosto de 2014

Un arte

No es difícil dominar el arte de perder;
hay tantas cosas que parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de las llaves extraviadas, de la hora desperdiciada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Practica después perder más, y más rápido:
lugares, y nombres, y las tierras a las que pretendías
viajar. Ninguna de estas pérdidas será devastadora.

He perdido el reloj de mi madre. ¡Y mira!, la última
o la penúltima de las tres casas que he amado se perdió.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, hermosas ciudades. Más aún,
vastos reinos que poseía, y dos ríos, y un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz risueña, un gesto que
amo) no habría mentido. Es evidente
que no es difícil dominar el arte de perder
aunque eso parezca (¡escríbelo!) un desastre.

Elizabeth Bishop, Worcester, Massachussets, 1911 – Boston, 1979.