domingo, 4 de octubre de 2009

Cazador de Crepúsculos


Si yo fuera cineasta me dedicaría a cazar crepúsculos.
...
Mi plan: no solamente la caza, sino la restitución del crepúsculo a mis semejantes que poco saben de ellos, quiero decir la gente de la ciudad que ve ponerse el sol, si lo ve, detrás del edificio de correos, de los departamentos de enfrente o en un subhorizonte de antenas de televisión y faroles de alumbrado. La película sería muda, o con una banda sonora que registrara solamente los sonidos contemporáneos del crepúsculo filmado, probablemente algún ladrido de perro o zumbidos de moscardones, con suerte una campanita de oveja o un golpe de ola si el crepúsculo fuera marino.

Por experiencia y reloj pulsera sé que un buen crepúsculo no va más allá de veinte minutos entre el clímax y el anticlímax, dos cosas que eliminaría para dejar tan sólo su lento juego interno, su calidoscopio de imperceptibles mutaciones;

Imposible predecir el destino de mi película, la gente va al cine para olvidarse de sí misma, y un crepúsculo tiende precisamente a lo contrario, es la hora en que acaso nos vemos un poco más al desnudo, a mí en todo caso me pasa, y es penoso y útil; tal vez que otros también aprovechen, nunca se sabe.

JULIO CORTÁZAR. "Un tal Lucas" (1979)

2 comentarios:

  1. y pensar que la gente no entiende mi amor por este tipo...
    gracias por esto che, un clasico, pero hacia tiempo no lo leia...

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  2. este cuento me deslumbró y desde ahí lo atrapo entre mi piel y mis emociones. hace añísimos que no lo leía. mandaré un crepúsculo capturado.

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