
EL TILO es un árbol chico, elegante, de tronco delgado, que parece siempre joven. En la plaza de Pringles, además de diez mil tilos de ésos, normales, había uno que por un extraño capricho de la Naturaleza se había vuelto enorme, venerable, el tronco retorcido, la copa impenetrable; veinte de los otros tilos fundidos en uno no habrían hecho éste. Yo le había puesto de nombre El Tilo Monstruo. Lo miraba con cierto pavor, o por lo menos respeto, pero también con cariño, porque, como todos los árboles, era inofensivo. Nadie había visto un tilo de ese tamaño en otra parte, y los pringlenses lo teníamos por un monumento a la singularidad del pueblo. Era una aberración, pero grandiosa, con la majestad exótica de lo único e irrepetible. ...

Los misterios de Rosario
"Una tarde de octubre del año pasado..." tuvo lugar el tan esperado y temido Fin del Mundo. Fue en la ciudad de Rosario, y un grupo de profesores de la Facultad de Humanidades se vio implicado accidentalmente en la maniobra de alteración climática. Salvadores accidentales de la humanidad tuvieron el valor de abandonar la especulación literaria y entrar en el campo peligroso de la aventura.
Los Misterios de Rosario, publicada en 1994 y ahora reeditada es una novela fundamental en el corpus narrativo de Aira. El escritor argentino ha realizado un experimento insólito en realismo: todos los personajes son seres reales, estudiosos de su obra en la que aquí se internan a la busca de su clave apocalíptica.
Los Misterios de Rosario, publicada en 1994 y ahora reeditada es una novela fundamental en el corpus narrativo de Aira. El escritor argentino ha realizado un experimento insólito en realismo: todos los personajes son seres reales, estudiosos de su obra en la que aquí se internan a la busca de su clave apocalíptica.
Fragmento: http://www.literatura.org/Aira/carosa.html
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