lunes, 10 de agosto de 2009

La orilla que se abisma



"Al amanecer, cuando el sol estaba rasante, iluminaba parte de la vaca y parte de mi madre agachada ordeñando. A mí me impresionaba mucho porque se levantaba en ese tambo mucho vapor. Entonces todo se irisaba, se hacía un mundo de color muy tenue, hermoso: las vacas parecían una niebla".

"Se trata de cierto sentido brumoso que disuelve el contorno de las cosas para hacer sentir la unidad viviente."


http://gustavo-fontan.blogspot.com/2008/02/este-ao-se-presentar-nuestra-ltima.html

Otra película:


No hay comentarios:

Publicar un comentario